La música lleva sonando desde hace miles de años. Muchas partituras demuestran como compositores de todos los géneros han dejado plasmadas sus notas en ellas para interpretarlas. La gran mayoría pensaría que eran exclusivamente para ellos. Sin embargo, muchas de ellas han sido interpretadas a lo largo de los años por distintos artistas.
La historia de la música es de lo más curiosa, hay diferentes formas de contarla, pero te aseguro que en la evolución de la música es una de las mejores formas de escucharla.
La música dentro del marketing
Si tenemos que decidir qué fue primero si la música o el marketing, siento defraudar a los marketeros, pero fue la música. El marketing usa muchas herramientas para ejecutar sus objetivos, sin embargo, casi siempre queda en segundo lugar siendo la base del proyecto. En esta ocasión podemos pensar que sucede así, pero como comentábamos al principio del artículo la música tiene un largo recorrido ya hecho.
La era del marketing comenzó en los años 60 afectando a todas las industrias. Las empresas se centraban en la marca y en satisfacer las necesidades de los consumidores. La primera vez que se encontró el marketing con la música fue a través de Alex Steinweiss, diseñador de Columbia Records, el cual propuso poner una carátula llamativa a los vinilos mediante trabajos artísticos personalizados para que cada uno fuese diferente, incrementando el deseo de lo que el consumidor iba a comprar y aumentar las ventas de un producto diferenciador.
La relación entre la música y el marketing
La música y el marketing, a pesar de parecer muy distintos, comparten varias cosas en común. Ambos llevan años formando parte de nuestras vidas de manera discreta. Por un lado, la música nos acompaña prácticamente desde que nos levantamos hasta que nos acostamos a través de la radio, el mp3, los CD’s, las Plataformas Streaming, los hilos musicales, etc. mientras que, por otro lado, en el transcurso del día recibimos miles de impactos de marketing de manera consciente e inconsciente a través de diferentes canales de publicidad.
Son dos armas muy potentes por eso cuando se juntan de manera correcta y acertada surgen campañas impresionantes. Asimismo, juegan con nuestras emociones transmitiendo de manera tan intensa que llegan al sentimiento y no al raciocinio. Son complejas a la hora de crearlas tanto una canción como una campaña. Se deben tener en cuenta muchos factores y las herramientas necesarias para su acertado desarrollo.
